domingo, 11 de diciembre de 2011

Lo llaman amor y se está riendo en nuestra cara.

Mecaniza funciones. Se impulsa, nos impulsa. Nace, crece, crece más y un día desaparece. Visto de esa forma no es más que una pequeña vida que nace en nuestro interior, y como todo ente vivo, se desarrolla en virtud de su propio interés, destrozándote vivo, sin importarle sus efectos… es “amor” la bonita definición con que lo llaman, pero de buena tiene más bien poco.



Amar es algo mucho más profundo que una enfermedad y mucho más incurable. Cuando se ama, -pero se ama de verdad-; el corazón cambia, la mente cambia, el cuerpo cambia, los sentimientos cambian, nuestra forma de actuar cambia… cuando amamos mucho más, incluso nos vamos de casa, dejamos a nuestra familia y amigos, a veces hasta cambiamos de país… ¿hay acaso algo que quede intacto tras haberse enamorado? Pues existe algo que todos conocemos y nunca damos importancia, demostrando aun más si cabe, la maldad del amor: nuestro pasado.

¡Podemos olvidar presente y futuro!... que si nos desprendemos tan fácilmente de la importancia que tiene nuestro pasado jamás conseguiremos ser enteramente nosotros. Tú puedes rehuir de lo que te de la gana con cualquier motivo, pero hacerlo de tu pasado me parece absolutamente injustificable. ¿Tiene el amor la culpa de este tremendo error?

Sería muy fácil decir que sí. Pero siento admitir, que ningún ente ni Dios colocó un sentimiento amoroso capaz de destruir nuestras vidas dentro de nuestras almas… somos nosotros los que disfrutamos cargándonoslo. Y los que con el paso del tiempo, lo seguiremos haciendo, imitándonos unos de otros, como una gran moda. Diciendo adiós a todo aquello que te permitió conocer eso que ahora llamas amor y de lo que tan orgulloso te sientes; quemando recuerdos, personas, lugares y valores que antes de caer en la enfermedad te definían. Tapando tus ojos ante la realidad de la dependencia.

¿Es necesario de verdad disponer de esa persona que complemente todas tus malditas penas y alegrías? … Me haría tan feliz decir que no es así… hemos sido creados para vivir solos, independientes y felices, pero me temo que la realidad es que la sociedad ha vuelto a hacer de las suyas, haciendo de los humanos seres que solo “son con otro ser a su lado. Con tan tremenda necesidad, que si no es así, la especie humana no podría siquiera continuar…

Hombre y mujer, mujer y hombre. Amor. Siento tanta contrariedad ante la situación… que no puedo evitar sentir impotencia al no ser capaz de hacer entender a la vida que no es esa definición de “amor” lo que se ha estipulado, sino normas y normas ridículas, que maquillan algo tan sencillo como la necesidad de ser querido por el resto de los humanos que, a pesar de tanta compañía, se sienten tan indeseados y solos como tú. ¿Estoy entonces, en contra del amor? En absoluto. ¡Viva el Amor! Pero no por el hecho de que la sociedad decida que hay que tenerlo, y no solo eso, sino también con qué prototipo y cómo disfrutarlo.

Por lo tanto, no vale la pena llorar por un amor perdido, una persona que nunca alcanzarás o una situación de soledad… porque nada de lo que un colectivo social haya impuesto es superior al poder de la naturaleza. Ni por mucho que “lo que llaman amor” se ría de ti en tu cara, serás un infeliz más. En absoluto.
Si por cada pareja de falsos enamorados se aumentase un día de vida, apuesto a que más de la mitad se volvían inmortales. Con esto quiero decir que hablamos de amor en todo momento, para referirnos a lo que se supone que debe ser, no a lo que en realidad es; un sentimiento que nos mantiene vivos. Sin edad, momento en el que llegue, ni sexo ni religión. Y hacer de él un protocolo establecido me parece el peor modo de manchar su nombre.

El secreto reside en confiar más en la vida que en los comportamientos estipulados por una sociedad. Y sé que es posible lograrlo, porque en el fondo, todos estamos destinados a vivir en base a nuestra propia naturaleza. Y eso es una obviedad que nadie podrá rebatir… por mucho que crea que ha amado.

Alvalpaper.

Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace “Comentarios” que aparece justo debajo:

lunes, 24 de octubre de 2011

Carta a mi hijo:


Te escribo esta carta, a ti, aquí y ahora, desde mi realidad actual, en un momento en el que cualquier decisión que tome podría repercutir en que tú existas o no… ser o no padre. Lo hago porque, mucho antes de disponerme a decidir, y que esa elección vaya a condicionar el resto de mi vida… necesito asegurarme de que al menos recibirás mi primera y quizá última lección paterna; una lección de vida y de supervivencia. Una lección de amor.


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


Antes de nada, advertirte que el privilegio de existir no será fácil. Absolutamente todo detalle marcará tu existencia. Desde el punto geográfico en que pongas tu recién nacido piececito; -sea con suerte un país desarrollado, o por desgracia uno de los muchos donde la miseria devora cada día cientos de inocentes almas- hasta el momento de tu adiós, cada una de tus decisiones irán formando tu camino.

Muchos en el llamado “mundo” intentarán hacerte ver que la Tierra es un lugar donde predomina la suerte, el éxito y el poder. Y te indicarán, como únicos medios para lograrlo; la obtención de dinero, tu preocupación frente a la de los demás, la codicia, la hipocresía… y un enorme cúmulo de horribles metas que solo te conducirán por el sendero que a ellos les conviene que tomes. Como a un títere, te manipularán cientos de veces. Incluso la gente que más te llegue a querer, sin darse cuenta, te aconsejarán seguir ese camino predominante. Por eso te pido, que de ese enorme muro contra el que no puedas evitar muchas veces chocarte, vayas con cada error, quitando una de las rocas que lo configuran. Y así algún día, habrás logrado algo por lo que todo ser humano vela; conseguir todo lo que te propongas, sin dejar de ser tú mismo el que lo decida. Habrás vencido entonces, a la manipulación.

Existe en ese lugar llamado Mundo, un valor muy codiciado por todo aquel que se precie a considerarse humano; lo llaman Amor. Se supone que es la razón definitiva que da sentido a toda tu vida, y lo es. Pero como todo gran deseo, los humanos pagan un duro precio por conseguirlo. Algunos conocen a alguien y dejan de ser ellos mismos, dejan a sus amigos, a sus familias y todo lo que anteriormente supuso amor, por darlo todo a uno nuevo. Generalmente esas personas pierden más de lo que ganan, porque muchas veces, el amor único se apaga, y es entonces cuando necesitas algo más. Por eso, tú nunca des de lado lo que te ha dado tanto por algo nuevo que piensas que te dará más, pues de no ser por lo anterior, nunca habrías llegado a lo que tienes ahora.

Realiza metas, cumple sueños, admira personalidades, pero nunca personas. Ni ídolos,  ni mentalidades, ni genios, ni siquiera a Dios. Admira solo aquello que puedas crear tú mismo, en base a lo que te rodea, sin dejar de lado la originalidad que posees.

No oigas ruidos, escucha voces. Ruidos serán las patéticas críticas sin fundamento, voces serán los instintos que te lleven a hacer grandes cosas. Nacerás diferente y crecerás viéndote así, enseña a todo el mundo que la distinción nunca fue un error, hazles ver todo lo que la sociedad ha tomado como bueno siendo estúpido… vive tu verdad, y no dejes que nadie te imponga la suya.
Siéntete orgulloso de quién te consideras, y hazte considerar. ¿Cómo? Tomando cada momento como una experiencia. Valorando no solo tu particularidad, sino también la de los demás. No dejes de alzar la voz para poner punto final a los patéticos complejos.

No olvides que no existen ni las etnias, ni los tontos, ni los listos, ni las putas, ni los homosexuales, ni los válidos, ni los mierdas, ni los emos, ni las feas… solo existen los humanos. Ya que fueron ellos los que, una vez ya creados, decidieron tomarse la libertad de crear esas etiquetas. Y si alguna vez te dan de lado, piensa que al otro lado se abrirá un nuevo sendero en el que podrás encontrar nuevas personas, quizá mejores y más verdaderas.

Lucha por tus derechos y cuida todo lo que esté a tu alcance. Y cuando, a lo largo del camino, te preguntes por un sentimiento llamado Felicidad, recuerda: esa meta no es más que la maqueta de un mundo perfecto. Pero lo perfecto es inexistente y siempre te faltará algo. Por eso, siéntete completo con lo que posees sin culparte por no haber podido conseguir más.

Mientras tengas presente todos estos valores. Mientras sigas tus propias metas. Mientras tú te sientas una persona 10… el resto de cosas llegarán por sí solas. Porque en ese mundo que estás a punto de descubrir, solo hay una cosa indispensable para ser feliz: creer en lo que puedes llegar a  lograr.

No dejes de creer en tu valía, y yo nunca dejaré de quererte. Porque da igual como seas y quien seas… para mí, siempre serás mi hijo.

                                                                                                        Tu, quizá algún día, padre.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Alvalpaper.

Para dejar tu opinión, pincha sobre el enlace “Comentarios” que aparece justo debajo:

miércoles, 5 de octubre de 2011

Tribus urbanas. ¿Personalidad o ingenuidad?

En contraposición a lo políticamente correcto, cierto día de cierto año -no muy lejano-, nacieron las hoy llamadas tribus urbanas, como un modo de acabar con las barreras que durante tanto tiempo han retenido las personalidades de cada una de esas personas que sienten la enorme necesidad de expresar, con el orgullo bien alto, sus claras diferencias respecto a la mayor parte del mundo…

Pero, y esas diferencias, ¿son realmente intelectuales… o son la mera excusa de una fachada con la que pedir a gritos una llamada de atención social?
¿Son esas “tribus” una realidad personal o una rebeldía adolescente? ¿Existe algún tipo de “necesidad de pertenencia a un grupo” detrás de tanta ideología? …

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Hipsters, Emos, Pokeros, Pijos, Frikis, Góticos, Hippies, Skas, Moderns… decenas de acepciones para designar lo que muchos acaban resumiendo en una: “raros”. En mi opinión es sencillo caer en esa conclusión; las personas tendemos a repeler o considerar incorrecto aquello que desconocemos o malinterpretamos. Tanto es así que personalmente me cabrea caer en ese error. Pero siento deciros a todos que os equivocáis enormemente al llamarles raros… hoy en día, ser “una tribu”, es como ser propaganda de una determinada estética social, y serlo está hoy en día tan expandido que al final ser uno mismo es lo verdaderamente extraño…

Me voy a permitir el lujo de interpretar que los adolescentes sufrimos una enorme dependencia de gente con la que identificarnos. Pero, evidentemente, nunca vale cualquier gente… es importante compartir con ella no solo gustos, sino también ideas, modos de vida e indudablemente cariño. Esta ha sido siempre la norma básica para diferenciar la compatibilidad con las personas pero, ¿son entonces necesarios los “estilos?

Cuando una persona dice: “Soy yo mismo…”, que yo sepa nunca fue válido acompañar la frase con… “…por eso pertenezco a una tribu urbana”. Existe por tanto, una enorme confusión entre lo que simboliza una vestimenta, música y gustos determinados con la realidad interna de una persona, lo cual, evidentemente, lleva también a la confusión de las falsas apariencias. Porque ser emo no te convierte en un suicida, ni ser pijo en un niño consentido, ni ser modern en una puta… son solo algunos ejemplos de las horribles etiquetas que crea el hecho de encerrarse en una apariencia, la cual, además, no aportará más que una felicidad temporal. Solo hasta el momento en que nazca una nueva “tribu” que infravalore la anterior.

Volvemos sin darnos ni cuenta a ceder ante la publicidad, en este caso humana. Es muy triste pensar que estamos tan condicionados por los grupos musicales, la política y lo la sociedad dictamina, que llegamos al punto de disfrazarnos de grupos sociales con unas libertades que nos gustaría tener, y no tenemos, por parecer que nada va con nosotros… Demostrando con más evidencia que nunca, la vulnerabilidad adolescente.

Seamos sinceros… es una enorme contradicción formar parte de una tribu urbana por defender una personalidad, cuando realmente el mero hecho de adaptarse a un conjunto de ideologías y físicos determinados, por diferentes que sean, ya suponen un abandono a la personalidad propia.

Tribus… tan respetadas como malinterpretadas… Lo que sí es seguro es que las personas somos diferentes, y por mucho que intentemos que no sea así, es algo innato. Ya podemos crear tribus, sociedades y ajustarnos a cualquier costumbrismo, que siempre habrá alguien que no se sienta identificado con ello. ¿Es entonces tan difícil aceptar que somos humanos con miles de características diferentes? ¿Cuál es la poderosa fuerza que nos impulsa a vendernos a un grupo social? …

 Quizá el simple hecho de pertenecer a un grupo de gente que te comprende, es suficiente para sobrevivir en un mundo obcecado en un comportamiento impuesto y ello explique ese por qué de la difusión de tribus sociales… entonces, si ni el mundo ni los grupos sociales consiguen identificarnos... ¿Cuál es la solución?...

Realmente no hay más que una:
 No dejes que ni el mundo, ni la sociedad… consigan atraparte.


Alvalpaper.

Para dejar tu opinión, pincha sobre el enlace "Comentarios" que aparece justo debajo:

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Tú y quién más?



Tienes 400 amigos en tuenti, 500 en facebook y cientos -sino miles- de followers. Llevas toda la vida planeando como divertirte en sociedad. Tienes miles de fotos, varias con cada una de las personas que llenan tu vida.  Día a día te rodeas de cientos de personas… en el instituto, en la calle, a través de redes sociales… vives demasiado ocupado para dejar un solo momento en el que darte cuenta de que, de todos ellos, solo hay uno que es segurísimo de verdad, y solo hay uno que se engaña al creer en cada uno de los 500 usuarios: Tú mismo.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


La amistad es algo curiosamente indefinible. Es un error utilizarla con el sustantivo “siempre”, pero tampoco es justo definirla como “prescindible”. De modo, que se podría decir que es algo necesario, pero pasajero. Aunque realmente qué es lo pasajero… ¿la amistad, o los amigos?

Ante esta cuestión puede haber polémica… para mí, "amigos" son muchos, soy inocente, y puedo llegar a llamar “amigo” a mucha gente que sé que en un tiempo límite va a desaparecer. Lo sé pero aun así los considero, ¿por qué? Porque de aquí parte la necesidad de la palabra amistad; un pequeño grupo de personas encargadas de ser tu incondicional apoyo. De este modo, tener amigos es algo divertido, positivo, y en resumen, confortable. Pero la amistad no se basa en eso… la amistad propiamente dicha, es algo difícil… dura de mantener, y no siempre trae consigo placer. Por eso pocos la conservan… y de ahí nace la diferencia entre los amigos (temporales) y esos prácticamente innombrables que perdurarán siempre. ¿Es entonces imposible tener mucha amistad? Recalcando el término “mucha”, naturalmente que sí. Y quien hoy por hoy defienda lo contrario, se dará cuenta de su error.

¿Estoy con esto defendiendo la centralidad en solo dos amigos, por miedo a perder el resto? En absoluto. Cuántas más personas se conozca, en el buen y el mal sentido, más maduro y fuerte se volverá uno. Pero esto es muchas veces, sobretodo hoy en día con la enorme difusión de las redes sociales, malinterpretado. Cuentas con el apoyo y la confianza de cientos de personas, compartes tu vida con todas ellas, saben de tí más de lo que deberían, y en un momento clave te decepcionan.

Si yo te lanzo esta pregunta, y tú eres honesto, ¿qué me contestas? :
-“¿Cuántos amigos tienes?”

¿Alguna vez te lo has planteado? No lo hagas. Es una pregunta prácticamente retórica, JAMÁS vas a encontrar respuesta. Y cuándo creas que la tienes, la replantearás un largo tiempo después y muchos de esos nombres, o bien desaparecerán, o serán modificados. De hecho, unas veces saldrán más… otras veces menos… unas veces querrás levantar más dedos… y otras desearás cortar algunos que han enfermado… A pesar de todo, también existirá uno o un par de nombres que guardará tu corazón durante mucho tiempo… (recuerdo que “siempre” es una palabra trampa).

Habiendo reflexionado acerca de todo esto, estando a favor o en contra… en mejor o peor momento… nerviosos o calmados... y pensando o no durante todo el post en algunos nombres en concreto… ¿qué es lo que debemos hacer? O mejor planteado… ¿qué es lo que queremos hacer? ¿Nos conformamos con la facilidad de agregar colegas en una red social?

“Amigos”… siempre me han enseñado que seguir el camino difícil a veces trae consigo pequeñas cosas que perder hasta llegar a la meta… pero que cuando lo consigues, la fuerza y la sabiduría que ganas es incomparable a los absurdos logros del camino fácil. Yo tengo una cosa clara, mis verdaderos amigos… esos que no sé de qué manera llamar, los que han sido, los que son y los que serán, ahora mismo son menos de 4. Y puede que también sean solo temporales a pesar de lo mucho que hoy daría por ellos… pero también hay que dejar hueco a los que estén por venir… no dejaré de buscar, puesto que la vida no deja de ser una ruleta de oportunidades, con sus virtudes y sus equivocaciones

 Pero solo disponemos de una vida, y de un único corazón. Y cuándo el corazón decide a quienes querer con él, da igual lo que venga… Habrá merecido la pena experimentarlo y sentirlo y aquí si que digo que SIEMPRE.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Aprovecho para dar mi más sincero agradecimiento a esos pocos que saben -y sé que son- insustituiblemente: mis amigos.

“One friend, one treasure”

Alvalpaper.


Para dejar tu opinión, pincha sobre el enlace "Comentarios" que aparece justo debajo:

sábado, 10 de septiembre de 2011

Aspiración es decisión, decisión es libertad.

La vida. Esa gran desconocida... llena de senderos, de indecisiones, de alegrías, de decepciones... un soñador podría decir que llena de magia. Magia definida a raíz de unos imprescindibles parámetros: Las aspiraciones. Pero... ¿y esas aspiraciones... de dónde nacen? ¿De nosotros? ...

Cuándo somos pequeños nos crían, nos sorprenden, vivimos protegidos y van naciendo sueños por cumplir. Personalmente definiría el momento de la madurez, como aquel en que esos sueños dejan de ser una utopía, para convertirse en aspiraciones, retos realizables, objetivos... metas...
El paso se da cuando en lugar de soñar con llegar a ser alguien, te encuentras en el camino para llegar a serlo, tú solo. 

Cuando somos jóvenes tenemos una especial tendencia a la admiración por otras personas, cercanas o del mundo del espectáculo, idealizamos caracteres y formas de vida que desearíamos hacer nuestros y vamos marcando el sentido en el que nos gustaría que nuestra vida estuviese orientada. Los límites de estos caminos son los que llamamos aspiraciones. Pero, afortunada o desgraciadamente, todo sendero tiene sus obstáculos, y uno de los más temidos es el de la presión. Relacionamos automáticamente este nombre con una sensación agobiante y desafortunada, pero digo que también puede no serlo, puesto que muchas veces no lo es:

Defino desde mi opinión;

Una aspiración desafortunada es la que te pueda crear un enemigo, o un “falso amigo”, esta suele recordar un bache que te impide llegar a ser lo que deseas.
-No merece la pena que te esfuerces, solo lo consigue gente de buen ver. Este tipo de crítica no es más que una lección mal dada, y por lo tanto, mal aprendida si se toma en cuenta. Puesto que es mayor obstáculo el que crea la propia frase, desmotivando al esfuerzo, que el que pretende recalcar.

Siendo uno fiel a sí mismo, a sus posibilidades y a sus sueños, nunca debe dejarse llevar por consejos desafortunados. Es seguro y evidente que el esfuerzo crea frutos, y que sin trabajo nadie consigue ninguna quimera. Y también es cierto que, cuando llega el fracaso, mejor es darse uno mismo el palo y aprender de él, que no intentarlo y no aprender nada.

Esta última, es una aspiración afortunada. Un consejo por bueno que sea, nunca va a asegurar el éxito. Puedes aspirar a un deseo muy difícil, y no lograrlo aun siendo fiel a ti, pero solo intentándolo ya has formado parte de él. De lo contrario lo mirarás desde la lejanía el resto de tu vida. ¿Merece entonces la pena arriesgarse a aquello que consideras tu sueño? Yo confío en que . Pero ¡ay! siempre queda la cara B de la moneda… y es que muchas veces, nuestras aspiraciones las confundimos con las que nos pretenden meter en la cabeza, como conciso ejemplo; nuestros padres.

Desde que nacemos, nuestros padres comienzan a labrar nuestro futuro a su antojo. Y llega un momento en el que necesitamos ser dueños de nuestras decisiones, pero seguimos siendo inocentes para confiar en ellas, de modo que damos por bueno lo que ellos desean para nosotros, y lo acatamos a veces sin ilusión… por poner un ejemplo absolutamente identificable; la elección de nuestra carrera o profesión. Yo quiero y aspiro a ser un buen periodista, no un publicista como le hubiese gustado ser a mi padre, ni un ingeniero como mi abuelo hubiera deseado…

A mi entender y confío que al de todos, cuando unos padres aconsejan lo hacen desde la visión de la felicidad futura de sus hijos. Pero no se dan cuenta de que, muchas veces, la felicidad futura viene antes marcada por la felicidad presente. Y esta solo puede lograrse de una forma; aspirando a lo que uno de verdad quiere, no a lo que sus padres querrían. Y no solo en el futuro profesional, sino también en la imposición de temas con los que podemos no estar de acuerdo; como unas creencias religiosas, una ideología política, una vestimenta o un tipo de pareja amorosa determinada.

Sencillas imposiciones no deseadas son las que al final crean la ruptura de nuestro futuro. Por ello es importante concienciarnos, no solo como padres, sino también como personas, que una vida feliz no va a ser nunca una vida manipulada. Puesto que esa, tan difícil de conseguir a veces, felicidad, no es mas que el resultado que una persona ha conseguido al transformar un sueño en una aspiración, y, una vez conseguido y sin dejar de ser fiel a sus deseos, se siente orgulloso de ello.


De modo, que aspira siempre a lo que más ansíes, para poder llegar algún día a ser esa persona por la que siempre luchaste.

Alvalpaper.



Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace "Comentarios" que aparace justo debajo:

lunes, 5 de septiembre de 2011

Pequeños "monstruos" musicales. ¿Persona o personaje?

Comienzan del modo más sano posible, actuando con graciosos papeles en series infantiles. Algunos gustan al público, este pide más protagonismo al pequeño genio, y al llegar a este punto clave, es cuando se desata la peor desgracia para dicho crío: el interés empresarial en maximizar a puntos ilimitados sus posibilidades, ya sean musicales, teatrales o incluso -penosa y aberrantemente- físicas.

Es así como, empresas de imagen, publicidad y "sponsors" hacen de estas pequeñas promesas, niños anuncio... cara propaganda con la que jugar suciamente ante un inocente público infantil, dando lugar a un fanatismo propio de seguidores enloquecidos, entre los cuales, algunos se hacen llamar apodos relacionados con el "estilo creado por su ídolo".

Pero ante esto, me gustaría dejar clara una cosa: ¿Os habéis parado a pensar en que esa "superestrella" no es más que una imagen creada por una empresa? ¿Que el verdadero talento se oculta entre ropa extravagante y coreografías excitantes? Y si es así, ¿por qué entonces seguimos alabando el estilo, físico o modo de actuar de esa persona sabiendo que su realidad despertaría tan poca admiración como tú o como yo? ¿Sabemos entonces diferenciar entre "persona" y "personaje"? ...

La persona real se llama Stefani Joanne, el personaje es la mismísima Lady Gaga. ¿Pero la admiramos a ella? ¿Alguien habla del talento de esa tal Stefani? No. Lo que matizan es ese ídolo comercial creado a raíz de un talento real. No es problema del artista, sino de sus patrocinadores ¿Qué tenemos que decir al respecto? ...

Sin desviarnos del tema, hablábamos en concreto de los niños, las verdaderas víctimas comerciales. Yo creo que es tan fácil como un simple lavado de cerebro: Los sponsors o patrocinadores crean un personaje del pequeño artista que bien se adapte a la moda del momento entre una gran parte del público adolescente, sabiendo de antemano, que este es el más manipulable de la audiencia. Una vez creado el personaje, llega la parte mas fácil; introducirle en todas las plataformas de comunicación por medio de un pegadizo "single", creando una sobredosis de éxito anticipado de modo que la imagen que llegará al público del mismo, será la de un crío con un talento sobrenatural e impropio de su edad, que captará la admiración juvenil en un chasquido. Así, esa admiración por el personaje pasa a ser personal y, cuánto menos, equivocada.

Es un proceso mucho más sencillo de lo que parece ser, simplemente han hecho falta tres cosas: Imagen, publicidad y adolescentes. Pero, desgraciadamente, los empresarios no ven límites cuando se trata de dinero fácil… y a partir de aquí, es cuando meten en juego la salud mental de sus estrellas.

Yo me pregunto siempre una cosa… es indudable que para todos resulta atractivo el estilo marcado por las actuaciones de un determinado artista, pero, ¿y para él? ¿Es ese artista consciente de que su vida está siendo manipulada por un grupo de comerciales a su antojo? Pues bien, este caso, cuando se da en menores, supone situarse en medio de un evidente caso de acoso a la privacidad.

En efecto, acabamos de llegar al trapo del asunto, al por qué de acusaciones a las vidas de personajes como Amy Winehouse, Macaulay Culkin, Justin Bieber o Lindsay Lohan. Resultados de unos jóvenes talentos que, atrapados por el prestigio social, fueron convertidos en pequeños monstruos musicales, cineastas y sociales con los que quisieron jugar polémicamente en mitad de un escenario.

Y sí, es verdad que muchos ya no son niños… pero en sus principios fue cuando eran artistas, y en sus últimos días será cuando se conviertan en la oscura sombra de una adolescencia descontrolada y una niñez arrebatada. Si bien es verdad que muchos saben que su personalidad se ha quedado estancada en los deseos de un diseñador, tampoco pueden quejarse, pues ya son mayorcitos para decir ¡basta!. Claro que lo pienso y les entiendo:

¿Acaso hay alguien que desee un futuro desprestigiado, cuando ya le han arrebatado todo su pasado?

Alvalpaper.

Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace "Comentarios" que aparece justo debajo:

martes, 30 de agosto de 2011

El Aborto. ¿Crueldad o Segunda oportunidad?


Cada vez que alguien aborda un debate acerca del aborto, automáticamente se pueden venir a la mente uno de dos pensamientos:
El primero, la opción defensora de la vida del bebé. Que argumenta que la falta de responsabilidad durante el acto sexual implica una consecuencia de responsabilidad mayor; la cría del niño.
Y la segunda opción, partidaria de la libertad sexual, sin que esta suponga una responsabilidad añadida que, en muchos casos, no puede ser económicamente asumida.
En raíz a estos dos difícilmente cuestionables planteamientos, parte esta reflexión:

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

En mi opinión, la vida es una lotería; la mayor que pueda existir. Nadie puede elegir dónde nacer, cómo, con qué facilidades, el color de su piel, de sus ojos, su carácter, sexo, orientación, ni su suerte…

Entonces, si todos estamos de acuerdo en ello, ¿por qué cuestionamos tanto un aborto, que, a fin de cuentas, se trata de una vida más dentro de esa enorme lotería? Fácil, porque es la única de las cientos de opciones vitales que las personas sí podemos elegir. Y digo ELEGIR, porque la propia palabra debería designar la LIBERTAD que ella conlleva.

¿Por qué forzar a una pobre madre que por algún problema durante el acto –rotura de condón, por ejemplo-, no ha podido evitar un embarazo no deseado? Y más aún si tomamos en cuenta que pueda tratarse de una menor.

Puedo entender que los llamados por sí mismos –aunque me ría del apodo- “Defensores de la vida” hablen de crueldad o asesinato cuando hacen referencia al aborto… pero, ¿acaso no es más comprensible entender que la verdadera CRUELDAD es castigar a una adolescente a ser madre cuándo está completamente incapacitada para ello? Lo verdaderamente cruel es dejar nacer a un niño que no va a poder estar educado por una mujer desarrollada, con motivación, dinero y tiempo para ello.

Permitir esta aberración, supone condenar a una persona a renunciar a su LIBRE DECISIÓN de ser o no madre. Supone también perder una estudiante y posible futura mujer activa y productiva en nuestro mundo. Y no contentos con ello, también supone dar la espalda a algo que tanto trabajo ha costado a la humanidad, llamado avance científico. Me pregunto por qué. ¿De verdad creéis que salvando una vida no vais a condenar otra mucho más desarrollada y que acarreará mucho más sufrimiento?        Me parece absolutamente cínico y egoísta… al menos en este concreto caso, claro que, podemos hablar de excepciones:

El hecho de que la ciencia permita las ventajas que suponen los abortos, no quiere decir que estos deban ser interpretados como un “juguete nuevo”…

Una pareja que decida no usar ningún tipo de precaución sexual con la excusa de la existencia del aborto, sabiendo que nos dará una bonita segunda oportunidad, es tan egoísta e irresponsable como quien decide traer hijos al mundo como su fueran conejos… Pero esta opción es tan criticada como poco corriente, sinceramente, todo el mundo sabe que un aborto no es plato de buen gusto. Y que llevar un niño en el vientre siempre crea una especial unión dura de quebrantar, por muy segura que esté una chica de no querer tener el niño.

Por tanto, tomamos la opción aborto-juguete como un caso aparte y poco convencional. Y partiendo de las dos visiones más comunes, me resulta muchísimo más ética y digna del siglo XXI la que considera el aborto como una opción de suma importancia. Tanto para el niño, como para la madre y el padre, aunque este último esté más olvidado en este tema.

Ese padre, en mi opinión, debería ser tomado tan en cuenta como la madre. Bien es cierto que ella carga con el dolor físico, pero el dolor psicológico es un peso cargado por ambas partes. ¿O es que acaso en el futuro ese padre va a ser menos responsable de su hijo que la madre por el hecho de que fue ella quien lo parió? Naturalmente que no.

La decisión del aborto es, por tanto, un tema debatible en el cual entran ideales políticos, éticos, personales, económicos y de todo tipo. Por todo ello, no es algo fácil de aceptar. Pero lo que siempre debe quedar claro y ser muy respetado es la LIBERTAD DE DECISIÓN de la pareja y nunca privarles de ella, que para algo es un derecho universal. Y, en mi opinión, sin importar la edad, la religión ni la presión económico-social de la posible madre… tener en cuenta no solo sus posibilidades, sino también sus deseos. Pues al final, a pesar de todo, lo único que un niño necesita realmente es amor. 

Alvalpaper.


Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace "Comentarios" que aparece justo debajo:

lunes, 29 de agosto de 2011

La Iglesia y su Papa. ¿Benedicto o Beneficio?


En primer lugar, quiero dejar claro mi respeto por todo aquel que se haya sentido cómodo y agradecido por la visita de Benedicto, al igual que por todos los creyentes que no lo estén. Esto es solo una opinión tan respetable como cualquier otra, cuyo fin es aclarar mi crítica a la religión, en ningún caso servir de ofensa. Partiendo de esto, te dejo mi opinión:
…………………………………………………………………………………………………………

Cordial ha sido la visita de su alteza el Papa ‘Beneficio XVI’, representación del reino de Dios en la tierra. Un reino cuyo presunto hijo fue un sencillo hombre, vestido de harapos y amante de la libertad, que murió por la humanidad, cuyo nombre era Jesús.
Sin embargo, esa descripción de Reino parece haber sido confundida y malinterpretada por la llamada Iglesia Católica, quien acompasada de sus fieles -y muchos de ellos inocentes- seguidores, ha transformado esa sencilla lección de valores humanos en una fábrica fácil de dinero y poderío. De la madera, al oro; del burro, al Mercedes-Benz, y del portal de Belén, a la adinerada Ciudad del Vaticano. Así de notoria es la diferencia entre la antigua fe y la que es actualmente impulsada por la Iglesia.
Yo personalmente, como antiguo creyente y actual ateo, no me tengo de una duda que ronda siempre mi cabeza… ¿En serio los practicantes saben de religión pensando que alabando a un hombre de blanco van a ser beatificados?
Por favor vamos a ser francos… La religión que era y la que hoy en día nos quieren inculcar que es. ¡NO TIENEN NADA QUE VER!
Cualquier humano de mente puesta en el siglo XXI, ya sea creyente o no, debe dar por supuesto que la religión nació como un modo de dar explicación a fenómenos que por aquellos primeros siglos no tenían ninguna explicación, como hoy puede ocurrir con la vida y la muerte y que seguramente en el futuro serán respondidos. Partiendo de eso y de que nuestra ciencia ha conseguido enormes avances, ¿cómo se puede seguir sosteniendo una vieja teoría tan vulgar como que si cometes pecados existirá un Dios que te castigará para el resto de tu vida -y lo que es más patético- ¡después de tu muerte!?
¿Cómo algunos humanos son tan racionales para no creer en fantasmas y hadas, y en cambio sí en Dioses castigadores que juzgarán su vida futura y en un líder del reino de Dios en la Tierra -el Papa-? La respuesta es muy simple:
El poder de la publicidad. Esta última de nuevo se mete en nuestro camino sin darnos cuenta. ¿Cómo y por qué? Fácil.
¿Cuál es el tipo de asociación típico que hace uso de la publicidad para su beneficio? … La empresa. En efecto, la Iglesia Católica no es más que una gran empresa. Y como tal, se vale de cuatro grandes pilares; la propaganda , el dinero, el poder y los accionistas. Pasaré a explicar rápidamente cada uno;
Una buena propaganda puede ser entre otras, la actual y mundialmente divulgada JMJ. Meses y meses de carteles con el lema de “Acogida” y el atrayente dibujito de la corona papal con la crucecita han logrado lo que en estos cinco días se ha visto reflejado por las calles de Madrid; un enorme número de interesados en el negocio por convencimiento -o lavado de cerbero- de la empresa de su Santo Padre, el Papa Beneficio. En esos peregrinos está la figura del accionista, que con su dinero contribuye a aumentar el poder y por tanto el enorme monopolio de seguidores con el que cuenta nuestra famosa empresa católica.
Hace unos años visité con mi familia la Ciudad Santa, o Ciudad del Vaticano, por ello sé de lo que hablo cuando afirmo que con 14 años, y tan solo 4 años después de que tomara mi primera comunión, el día en que pisé aquel impresionante sitio, inocente de mí pensé: No es lo que siempre había creído. ¿Dónde están la mula y el buey? … A pesar de ello, me alivié cuando me pareció verlos por ahí, en una de sus miles de salas, esculpidos en oro
Pero la Iglesia ha sido muy criticada durante las últimas décadas especialmente por lo que, bajo mi opinión, es su peor defecto, la intolerancia. La falta de aceptación que muestran hacia ciertos colectivos e ideales que, como referente de vida que supone a nivel mundial me parece un importante punto en contra de ellos mismos, quiero decir, ¿y la cantidad de seguidores más que ganarían si aceptasen cosas tan imprescindibles como el preservativo o ciertos abortos? … ¿Y a colectivos como los homosexuales, transexuales, lesbianas, bisexuales, etc? Por no hablar del polémico machismo que genera el hecho de que solo los hombres puedan llegar a ser altos cargos dentro de su propia institución, en la cual ponen a la figura de la mujer como una virgen preñada de la nada, sin derecho a mantener sus propias relaciones, o por el otro lado, como una prostituta que es apedreada por un grupo masculino.
Machismo, poder, homofobia, intolerancia… no me extraña que esta gran empresa esté tan encasillada dentro de la sociedad. Ni que sea capaz de crear un marco de críticas tan amplio como inofensivo, puesto que siempre que haya personas inocentes que necesiten de su fe para vivir, esta institución seguirá viva hasta que se demuestre lo contrario.
Por todo ello, ¡Ole por las monjas, por Cáritas, por los jóvenes de la JMJ -conocí varias personas con un corazón enorme que acamparon cerca de mi casa-, por las pequeñas capillas de barrio e incluso por el Papa! No les culpo a ninguno de ellos de formar parte de la empresa, no son más que accionistas ilusionados, que enfrascados en una estilo de vida buscan gente como ellos con quien compartir la felicidad -algunos, por lo menos-. Como el que compra en una empresa de marca.
Pero eso sí, TODOS vivimos en una época moderna, sabemos por qué suceden las cosas, y suponemos quienes van a salir más beneficiados de ellas. Si buscas que te acepten como seguidor de un líder de una institución legendaria, respeta tú a aquellos que opinan que para vivir no hace falta más que amor por los vivos, y no por los muertos ni los Dioses. Amor de cualquier tipo, sexo, edad y género. Amor por deseo, o amor de verdad… aunque necesites de un plástico para evitar condenarte por ello.
Vivir supone riesgos que a veces ni tú puedes controlar, y sino, pídele a los padres de un niño violado por un cura que “inviertan” en su empresa. Todo en esta vida es cuestionable, y por supuesto, también la fé. Aunque si yo volviese a ser creyente tendría bastante presente una cosa, ninguna institución por poderosa que sea lograría arrancar uno de mis ideales básicos, el cual también, según recuerdo, era un valor de Jesús -que no de la Iglesia-; La libertad”.
Algún día se logrará cumplir, porque creo más en las personas que en las empresas. Hasta entonces…
God save the human.
Alvalpaper.


Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace "Comentarios" que aparece justo debajo:

domingo, 28 de agosto de 2011

¡Inútil! ¡Gilipollas! ¡Maricón! ¡Gorda! ¡Rara! No vales una mierda... "El Acoso verbal"


-Quién nunca en su vida se haya atemorizado por alguna pesada crítica, es que dudosamente es humano…
-Quién nunca se haya achacado culpas inexistentes por su físico, carácter y personalidad… tampoco.
-Y quién nunca se haya atrevido a aceptar que todos somos tan frágiles como para sentirlas demasiado a menudo, entonces es al único a quien permito no reflexionar con este post:
 -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Derriban cuando menos te lo esperas y, la mayor parte de las veces cuando menos te lo mereces… somos tan masoquistas de sufrir cuando las recibimos y de crearlas nosotros mismos cuando más felices somos. Es cierto, sentimos un amor-odio por el insulto fácil… le odiamos pero lo usamos, probando que una vez más, se convierte en una coraza al mayor miedo del hombre; Él Mismo.
Tengo una opinión muy clara y confío en que bastante franca en relación alacoso. Sencillamente es lo que más aborrezco en el mundo, por el simple hecho de que lo que expresan sus insultos son cánones de inferioridad que nada tienen que ver con la realidad. Suponen la mejor manera de romper el imprescindible sentimiento de la felicidad humana a través de la bajada de autoestima… y por tanto, me parece completamente injusto y despreciable.
¿Qué derecho tiene una maldita persona –descripción, que no insulto- a ridiculizar, desprestigiar, juzgar, PEGAR e incluso ACABAR con la felicidad de otro ser tan humano como él? Y si el resto nos quedamos parados viendo como la vida pasa y este acoso se apodera de ella… ¿qué va a ser de todos nosotros? ¿a qué pretendemos aspirar… ¿abogados?, ¿médicos?, ¿historiadores?, ¿profesores? … ¿PADRES? … cuándo ni siquiera somos personas? ¿Alguien me explica qué valores vamos a transmitir a nuestras próximas generaciones?… Pues mirad, a no ser que con suerte un niñato cuyos padres también lo fueron no derrumba la autoestima de nuestro hijo a base de insultos, ese hijo nuestro seguramente crecerá en un entorno marcado por lo que la sociedad le recrimine en lugar de por sus miles de virtudes… Y nosotros como educadores, tendremos que echar la vista atrás para descubrir que la culpa de esta atrocidad es nuestra… y conformarnos con que un día, nuestro hijo llegue a casa con un ojo ensangrentado, diciendo; -Papá, me quiero morir.
Y como ese niño, cualquier adulto. El acoso, verbal en este caso, puede llegar a límites insospechados. ¡Pues yo no pienso dejar que ocurra! Por mi parte, solo puedo pedir que tengamos una cosa; ¡CABEZA! Para darnos cuenta de que cada ofensa que lancemos por envidia, rencor, falta de personalidad o ira, joderá un poquito más nuestra… ya muy jodida… humanidad.
A pesar de todo, es demasiado pedir que una simple opinión sea capaz de cambiar un vengativo universo, en el que podría anunciarse en noticia de portada la cifra ‘99’ seguida de tantos ceros como acosadores verbales pueda haber en dicho mundo. Y los llamo ACOSADORES con cada una de sus letras, porque muchas veces cualquier crítica puede parecer mucho menos hiriente y dolorosa de lo que realmente es.
Hay miles de casos con los que todos nos hemos sentido identificados, algunos incluso, por repetírnoslos constantemente a nosotros mismos… ¡BASTA! No se os ocurra caer en el juego de a ver quien es más gilipollas… si el que insulta o el que se lo cree. Un consejo debe quedar bien claro… por muy degradado que esté el mundo, nunca puedes dejar que el mundo te degrade a ti.
Hay algo dentro del insulto que va más allá del mismo y que es, aun si cabe, más importante: Las repercusiones. Estas son duras, a veces han resultado mortales. Es tristísimo pensar que solo en esos casos hacemos uso de lo que algunos llaman ‘LEY’…
Ley de protección al menor, ley de protección a la mujer, ley de los derechos humanos… Ley, ley, ley. Iluso el que crea que con esas tres letras se alivia el dolor que se causa…
Pues yo, personalmente, opto por ser más listo que aquellos que intentan inferiorizarme, Y es que al final, curiosamente, la vida pone todo en su lugar… y resulta que, opuestamente, ellos son y serán siempre los auténticos IMBÉCILES, por no ver que una humillación crea mucho dolor, pero también mucha fuerza. ¡Y menos mal! Porque sin el prestigio de la etapa adolescente se puede vivir, pero sin LA FUERZA que aporta el apoyo de personas que de verdad te conocen y te quieren -incluyéndote a ti mismo-… lo siento acosadores, pero es imposible.
No solo es acosador el que te daña, en la mayoría de los casos, somos nosotros mismos quienes más complejo nos creamos. ¡Recuérdalo!, el peor error es convertirte en tu propio acosador, distorsionar tu realidad. Cuando conviertes tu forma de entender la vida en tu mejor arma, es cuando el complejo y la crítica pasan a un segundo plano.
Tú eres el único afortunado que no necesitas del acoso para ser feliz, y los que sí… bueno… irremediablemente caerán tan bajo como ellos mismos pretendieran derribarte a ti.
 -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
“Si este post en concreto no se quedase solo en un bonito consejo, habremos hecho posible uno de los primeros derechos universales; la dignidad personal. Siempre hay tiempo para volver a quererse.”
Alvalpaper.


Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace "Comentarios" que aparece justo debajo: