domingo, 11 de diciembre de 2011

Lo llaman amor y se está riendo en nuestra cara.

Mecaniza funciones. Se impulsa, nos impulsa. Nace, crece, crece más y un día desaparece. Visto de esa forma no es más que una pequeña vida que nace en nuestro interior, y como todo ente vivo, se desarrolla en virtud de su propio interés, destrozándote vivo, sin importarle sus efectos… es “amor” la bonita definición con que lo llaman, pero de buena tiene más bien poco.



Amar es algo mucho más profundo que una enfermedad y mucho más incurable. Cuando se ama, -pero se ama de verdad-; el corazón cambia, la mente cambia, el cuerpo cambia, los sentimientos cambian, nuestra forma de actuar cambia… cuando amamos mucho más, incluso nos vamos de casa, dejamos a nuestra familia y amigos, a veces hasta cambiamos de país… ¿hay acaso algo que quede intacto tras haberse enamorado? Pues existe algo que todos conocemos y nunca damos importancia, demostrando aun más si cabe, la maldad del amor: nuestro pasado.

¡Podemos olvidar presente y futuro!... que si nos desprendemos tan fácilmente de la importancia que tiene nuestro pasado jamás conseguiremos ser enteramente nosotros. Tú puedes rehuir de lo que te de la gana con cualquier motivo, pero hacerlo de tu pasado me parece absolutamente injustificable. ¿Tiene el amor la culpa de este tremendo error?

Sería muy fácil decir que sí. Pero siento admitir, que ningún ente ni Dios colocó un sentimiento amoroso capaz de destruir nuestras vidas dentro de nuestras almas… somos nosotros los que disfrutamos cargándonoslo. Y los que con el paso del tiempo, lo seguiremos haciendo, imitándonos unos de otros, como una gran moda. Diciendo adiós a todo aquello que te permitió conocer eso que ahora llamas amor y de lo que tan orgulloso te sientes; quemando recuerdos, personas, lugares y valores que antes de caer en la enfermedad te definían. Tapando tus ojos ante la realidad de la dependencia.

¿Es necesario de verdad disponer de esa persona que complemente todas tus malditas penas y alegrías? … Me haría tan feliz decir que no es así… hemos sido creados para vivir solos, independientes y felices, pero me temo que la realidad es que la sociedad ha vuelto a hacer de las suyas, haciendo de los humanos seres que solo “son con otro ser a su lado. Con tan tremenda necesidad, que si no es así, la especie humana no podría siquiera continuar…

Hombre y mujer, mujer y hombre. Amor. Siento tanta contrariedad ante la situación… que no puedo evitar sentir impotencia al no ser capaz de hacer entender a la vida que no es esa definición de “amor” lo que se ha estipulado, sino normas y normas ridículas, que maquillan algo tan sencillo como la necesidad de ser querido por el resto de los humanos que, a pesar de tanta compañía, se sienten tan indeseados y solos como tú. ¿Estoy entonces, en contra del amor? En absoluto. ¡Viva el Amor! Pero no por el hecho de que la sociedad decida que hay que tenerlo, y no solo eso, sino también con qué prototipo y cómo disfrutarlo.

Por lo tanto, no vale la pena llorar por un amor perdido, una persona que nunca alcanzarás o una situación de soledad… porque nada de lo que un colectivo social haya impuesto es superior al poder de la naturaleza. Ni por mucho que “lo que llaman amor” se ría de ti en tu cara, serás un infeliz más. En absoluto.
Si por cada pareja de falsos enamorados se aumentase un día de vida, apuesto a que más de la mitad se volvían inmortales. Con esto quiero decir que hablamos de amor en todo momento, para referirnos a lo que se supone que debe ser, no a lo que en realidad es; un sentimiento que nos mantiene vivos. Sin edad, momento en el que llegue, ni sexo ni religión. Y hacer de él un protocolo establecido me parece el peor modo de manchar su nombre.

El secreto reside en confiar más en la vida que en los comportamientos estipulados por una sociedad. Y sé que es posible lograrlo, porque en el fondo, todos estamos destinados a vivir en base a nuestra propia naturaleza. Y eso es una obviedad que nadie podrá rebatir… por mucho que crea que ha amado.

Alvalpaper.

Para dejar tu opinión, pulsa sobre el enlace “Comentarios” que aparece justo debajo: