Bajo frases como esta comparecen en
las calles hoy los estudiantes de la universidad pública de nuestro país
quienes, afectados por las medidas de educación endurecidas por su
ministro José Ignacio Wert, han convocado una huelga de estudiantes y
profesores de la pública en detrimento de las subidas de precio de las matrículas
universitarias, la supresión de becas, el propuesto plan de estudios “LOMCE” y
los recortes realizados a profesores universitarios.
Se trata de la segunda huelga convocada
este año en favor de la enseñanza pública y contra sus recortes presupuestarios,
los cuales, según fuentes recogidas del diario El País, “se elevan a 6.700 millones desde 2010”.
El Ministerio de Educación
asegura que, según los datos recopilados hasta ahora de las comunidades, no
llega al 20%. No obstante, el Sindicato de Estudiantes señala que el 90% de los
alumnos han secundado la no asistencia a las aulas esta mañana de miércoles nueve
de Mayo. Es por ello, que facultades de
universidades públicas españolas, como la de Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense de Madrid, han sido esta mañana participes de la
ausencia tanto estudiantil como del profesorado.
El Gobierno trata el tema de los recortes desde una perspectiva
económica, obviando erróneamente que detrás de toda decisión de reajuste económico
existe –o así debiera existir- una perspectiva moral. Nuestros políticos
pretenden barrer los males del presente sin tener en cuenta sus consecuencias
sobre el futuro, y es cierto que estamos hartos de repetir que se tenga en
consideración el hecho de que los estudiantes de hoy seremos los trabajadores
del mañana, los mismos que pagaremos las pensiones vitalicias de los políticos
que hoy están arruinando nuestras expectativas; pero a pesar de todo grito de
auxilio, estos parecen hacer oídos sordos a una multitud encolerizada como la
que hoy se ha echado a la calle manifestando su derecho a una educación pública
real.
Pero no solo el Ministerio parece dar la espalda a los
estudiantes y profesores, sino que también el Partido Popular que gobierna
nuestro país y que asegura “seguir trabajando por sacarlo adelante”, se ha mostrado defensor de la reforma de Wert y,
por consiguiente, opuesto a la decisión de ese aproximado 90 por ciento de los
estudiantes universitarios que en la huelga convocada se ha mostrado detractor
de los recortes educativos. En una rueda de prensa en la Cámara baja, La
secretaria de Educación e Igualdad del Partido Popular, Sandra Moneo, ha
afirmado que respeta la huelga convocada para hoy en la enseñanza pública pero
ha dicho no compartir ninguno de los motivos argumentados para secundarla.
Otro verdadero “punto a favor” de nuestro competente Gobierno
eso de ignorar la voz de miles de afectados por los recortes educativos, quienes
junto con numerosos desahuciados, profesionales recortados en sanidad y otros 6
millones de parados aglutinan la contienda de toda esa masa de españoles que
nos vemos avocados a un destino incierto y en manos de representantes que se
encuentran muy lejos de salvar pronto la situación.
Álvaro Valadés.
Álvaro Valadés.