lunes, 5 de septiembre de 2011

Pequeños "monstruos" musicales. ¿Persona o personaje?

Comienzan del modo más sano posible, actuando con graciosos papeles en series infantiles. Algunos gustan al público, este pide más protagonismo al pequeño genio, y al llegar a este punto clave, es cuando se desata la peor desgracia para dicho crío: el interés empresarial en maximizar a puntos ilimitados sus posibilidades, ya sean musicales, teatrales o incluso -penosa y aberrantemente- físicas.

Es así como, empresas de imagen, publicidad y "sponsors" hacen de estas pequeñas promesas, niños anuncio... cara propaganda con la que jugar suciamente ante un inocente público infantil, dando lugar a un fanatismo propio de seguidores enloquecidos, entre los cuales, algunos se hacen llamar apodos relacionados con el "estilo creado por su ídolo".

Pero ante esto, me gustaría dejar clara una cosa: ¿Os habéis parado a pensar en que esa "superestrella" no es más que una imagen creada por una empresa? ¿Que el verdadero talento se oculta entre ropa extravagante y coreografías excitantes? Y si es así, ¿por qué entonces seguimos alabando el estilo, físico o modo de actuar de esa persona sabiendo que su realidad despertaría tan poca admiración como tú o como yo? ¿Sabemos entonces diferenciar entre "persona" y "personaje"? ...

La persona real se llama Stefani Joanne, el personaje es la mismísima Lady Gaga. ¿Pero la admiramos a ella? ¿Alguien habla del talento de esa tal Stefani? No. Lo que matizan es ese ídolo comercial creado a raíz de un talento real. No es problema del artista, sino de sus patrocinadores ¿Qué tenemos que decir al respecto? ...

Sin desviarnos del tema, hablábamos en concreto de los niños, las verdaderas víctimas comerciales. Yo creo que es tan fácil como un simple lavado de cerebro: Los sponsors o patrocinadores crean un personaje del pequeño artista que bien se adapte a la moda del momento entre una gran parte del público adolescente, sabiendo de antemano, que este es el más manipulable de la audiencia. Una vez creado el personaje, llega la parte mas fácil; introducirle en todas las plataformas de comunicación por medio de un pegadizo "single", creando una sobredosis de éxito anticipado de modo que la imagen que llegará al público del mismo, será la de un crío con un talento sobrenatural e impropio de su edad, que captará la admiración juvenil en un chasquido. Así, esa admiración por el personaje pasa a ser personal y, cuánto menos, equivocada.

Es un proceso mucho más sencillo de lo que parece ser, simplemente han hecho falta tres cosas: Imagen, publicidad y adolescentes. Pero, desgraciadamente, los empresarios no ven límites cuando se trata de dinero fácil… y a partir de aquí, es cuando meten en juego la salud mental de sus estrellas.

Yo me pregunto siempre una cosa… es indudable que para todos resulta atractivo el estilo marcado por las actuaciones de un determinado artista, pero, ¿y para él? ¿Es ese artista consciente de que su vida está siendo manipulada por un grupo de comerciales a su antojo? Pues bien, este caso, cuando se da en menores, supone situarse en medio de un evidente caso de acoso a la privacidad.

En efecto, acabamos de llegar al trapo del asunto, al por qué de acusaciones a las vidas de personajes como Amy Winehouse, Macaulay Culkin, Justin Bieber o Lindsay Lohan. Resultados de unos jóvenes talentos que, atrapados por el prestigio social, fueron convertidos en pequeños monstruos musicales, cineastas y sociales con los que quisieron jugar polémicamente en mitad de un escenario.

Y sí, es verdad que muchos ya no son niños… pero en sus principios fue cuando eran artistas, y en sus últimos días será cuando se conviertan en la oscura sombra de una adolescencia descontrolada y una niñez arrebatada. Si bien es verdad que muchos saben que su personalidad se ha quedado estancada en los deseos de un diseñador, tampoco pueden quejarse, pues ya son mayorcitos para decir ¡basta!. Claro que lo pienso y les entiendo:

¿Acaso hay alguien que desee un futuro desprestigiado, cuando ya le han arrebatado todo su pasado?

Alvalpaper.

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5 comentarios:

  1. Sin palabras. Muy cierto todo. Desgraciadamente los cerebros están demasiado lavados ya.

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  2. Simplemente cuanta razón. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. El mundo es ahora un gran negocio de cantantes, actores, deportistas, modas y un largo etc. Me resulta penoso el punto al que hemos llegado en el que el ser humano hace cualquier cosa por rastrera que sea para ganar dinero. Como siempre digo, buen post, está muy bien analizado.

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  3. Hermano del prodigioso7 de septiembre de 2011, 7:03

    Es la primer entrada que me leo un poco larga pero he insistido y me la he leído, empezare a intentar leerme más pero no juro nada aunque esta muy bien ;)

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios chicos ;) sin vosotros este blog no sería posible.

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