sábado, 10 de septiembre de 2011

Aspiración es decisión, decisión es libertad.

La vida. Esa gran desconocida... llena de senderos, de indecisiones, de alegrías, de decepciones... un soñador podría decir que llena de magia. Magia definida a raíz de unos imprescindibles parámetros: Las aspiraciones. Pero... ¿y esas aspiraciones... de dónde nacen? ¿De nosotros? ...

Cuándo somos pequeños nos crían, nos sorprenden, vivimos protegidos y van naciendo sueños por cumplir. Personalmente definiría el momento de la madurez, como aquel en que esos sueños dejan de ser una utopía, para convertirse en aspiraciones, retos realizables, objetivos... metas...
El paso se da cuando en lugar de soñar con llegar a ser alguien, te encuentras en el camino para llegar a serlo, tú solo. 

Cuando somos jóvenes tenemos una especial tendencia a la admiración por otras personas, cercanas o del mundo del espectáculo, idealizamos caracteres y formas de vida que desearíamos hacer nuestros y vamos marcando el sentido en el que nos gustaría que nuestra vida estuviese orientada. Los límites de estos caminos son los que llamamos aspiraciones. Pero, afortunada o desgraciadamente, todo sendero tiene sus obstáculos, y uno de los más temidos es el de la presión. Relacionamos automáticamente este nombre con una sensación agobiante y desafortunada, pero digo que también puede no serlo, puesto que muchas veces no lo es:

Defino desde mi opinión;

Una aspiración desafortunada es la que te pueda crear un enemigo, o un “falso amigo”, esta suele recordar un bache que te impide llegar a ser lo que deseas.
-No merece la pena que te esfuerces, solo lo consigue gente de buen ver. Este tipo de crítica no es más que una lección mal dada, y por lo tanto, mal aprendida si se toma en cuenta. Puesto que es mayor obstáculo el que crea la propia frase, desmotivando al esfuerzo, que el que pretende recalcar.

Siendo uno fiel a sí mismo, a sus posibilidades y a sus sueños, nunca debe dejarse llevar por consejos desafortunados. Es seguro y evidente que el esfuerzo crea frutos, y que sin trabajo nadie consigue ninguna quimera. Y también es cierto que, cuando llega el fracaso, mejor es darse uno mismo el palo y aprender de él, que no intentarlo y no aprender nada.

Esta última, es una aspiración afortunada. Un consejo por bueno que sea, nunca va a asegurar el éxito. Puedes aspirar a un deseo muy difícil, y no lograrlo aun siendo fiel a ti, pero solo intentándolo ya has formado parte de él. De lo contrario lo mirarás desde la lejanía el resto de tu vida. ¿Merece entonces la pena arriesgarse a aquello que consideras tu sueño? Yo confío en que . Pero ¡ay! siempre queda la cara B de la moneda… y es que muchas veces, nuestras aspiraciones las confundimos con las que nos pretenden meter en la cabeza, como conciso ejemplo; nuestros padres.

Desde que nacemos, nuestros padres comienzan a labrar nuestro futuro a su antojo. Y llega un momento en el que necesitamos ser dueños de nuestras decisiones, pero seguimos siendo inocentes para confiar en ellas, de modo que damos por bueno lo que ellos desean para nosotros, y lo acatamos a veces sin ilusión… por poner un ejemplo absolutamente identificable; la elección de nuestra carrera o profesión. Yo quiero y aspiro a ser un buen periodista, no un publicista como le hubiese gustado ser a mi padre, ni un ingeniero como mi abuelo hubiera deseado…

A mi entender y confío que al de todos, cuando unos padres aconsejan lo hacen desde la visión de la felicidad futura de sus hijos. Pero no se dan cuenta de que, muchas veces, la felicidad futura viene antes marcada por la felicidad presente. Y esta solo puede lograrse de una forma; aspirando a lo que uno de verdad quiere, no a lo que sus padres querrían. Y no solo en el futuro profesional, sino también en la imposición de temas con los que podemos no estar de acuerdo; como unas creencias religiosas, una ideología política, una vestimenta o un tipo de pareja amorosa determinada.

Sencillas imposiciones no deseadas son las que al final crean la ruptura de nuestro futuro. Por ello es importante concienciarnos, no solo como padres, sino también como personas, que una vida feliz no va a ser nunca una vida manipulada. Puesto que esa, tan difícil de conseguir a veces, felicidad, no es mas que el resultado que una persona ha conseguido al transformar un sueño en una aspiración, y, una vez conseguido y sin dejar de ser fiel a sus deseos, se siente orgulloso de ello.


De modo, que aspira siempre a lo que más ansíes, para poder llegar algún día a ser esa persona por la que siempre luchaste.

Alvalpaper.



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10 comentarios:

  1. muy poético... me gusta, si señor (:

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  2. ¡Gran post! :) No dejas de sorprenderme con tus palabras Varo :) Prométeme una cosa: Nunca cambies ni como bloggero ni mucho menos como persona, porque tal y como eres, eres simplemente... ¡GENIAL!
    Ya sabes, siempre seré la fan nº1 de tu blog! :)
    ¡Besitos! :)

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  3. Otro genial post, esta vez más reflexivo que los otros pero igual de interesante. Yo haría bien si comenzará a terminar mis aspiraciones más pequeñas... Este texto me ha motivado, estaba un poco mal porque no podía proponerme unos objetivos y llegar hasta ellos. Lo intentaré de nuevo, gracias ;)

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  4. Muchas gracias a todos :) Charlie me alegro mucho de que te sirviese personalmente el post. Sandi muchisimas gracias por tu apoyo constante y Mar y Abyy os agradezco vuestra confianza ^^

    Gracias a vosotros escribir se convierte en una ilusión y una de esas aspiraciones de las que hablo. ;)

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  5. Álvaro! Para mí el mejor post hasta el momento. Me siento muy identificada con él. Sí señor. Muy bueno. Ya sabes, el ser humano es ignorante y se pasa la vida intentando dejar de serlo. Equivocarse es un paso más hacia el éxito.

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  6. Como dije anteriormente: me encanta como escribes. Este post es auténtico y demuestra lo que sientes y cómo lo sientes. Sigue así Álvaro, lo estás haciendo genial ;)

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  7. Álvaro me encanta como escribes :D
    Tienes mucha razón si nos dejamos llevar por los ideales de los demás en vez de por lo que nosotros creemos, seremos una copia, es verdad que hay que fijarse metas y cumplirlas, o al menos intentarlo, que no sea por falta de voluntad, cuando las cumples aparece una sentimiento muy satisfactorio. Aunque también es verdad que una decisión errónea te enseña más que una acertada, respecto a lo de los consejos hay algunos que aunque pueden ir con la mejor voluntad, no son muy certeros.
    Si te pones en la situación de los padres, es lógico que quieran lo mejor para sus hijos, pero a veces también se pasan de sobreprotectores.
    Cada uno es como es, y es mejor no intentar cambiarse para complacer a los demás.

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  8. Cambia el titulo ateo,patriota jajaja

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  9. Hola colega, soy Jacobo. El otro día vi tu estado con el link al blog y entre y la verdad me ha sorprendido mucho, comparto tu opinion en casi todo, aunque discrepo en algunos pequeños detalles.
    Me encanta el blog, en serio, ya he leido todos tus post y estoy deseando que escribas mas. Mucha suerte tio estoy seguro que seras un gran periodista!!!!!! Solo me queda una cosa por decir y es: "Habra un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad"

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