lunes, 24 de octubre de 2011

Carta a mi hijo:


Te escribo esta carta, a ti, aquí y ahora, desde mi realidad actual, en un momento en el que cualquier decisión que tome podría repercutir en que tú existas o no… ser o no padre. Lo hago porque, mucho antes de disponerme a decidir, y que esa elección vaya a condicionar el resto de mi vida… necesito asegurarme de que al menos recibirás mi primera y quizá última lección paterna; una lección de vida y de supervivencia. Una lección de amor.


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Antes de nada, advertirte que el privilegio de existir no será fácil. Absolutamente todo detalle marcará tu existencia. Desde el punto geográfico en que pongas tu recién nacido piececito; -sea con suerte un país desarrollado, o por desgracia uno de los muchos donde la miseria devora cada día cientos de inocentes almas- hasta el momento de tu adiós, cada una de tus decisiones irán formando tu camino.

Muchos en el llamado “mundo” intentarán hacerte ver que la Tierra es un lugar donde predomina la suerte, el éxito y el poder. Y te indicarán, como únicos medios para lograrlo; la obtención de dinero, tu preocupación frente a la de los demás, la codicia, la hipocresía… y un enorme cúmulo de horribles metas que solo te conducirán por el sendero que a ellos les conviene que tomes. Como a un títere, te manipularán cientos de veces. Incluso la gente que más te llegue a querer, sin darse cuenta, te aconsejarán seguir ese camino predominante. Por eso te pido, que de ese enorme muro contra el que no puedas evitar muchas veces chocarte, vayas con cada error, quitando una de las rocas que lo configuran. Y así algún día, habrás logrado algo por lo que todo ser humano vela; conseguir todo lo que te propongas, sin dejar de ser tú mismo el que lo decida. Habrás vencido entonces, a la manipulación.

Existe en ese lugar llamado Mundo, un valor muy codiciado por todo aquel que se precie a considerarse humano; lo llaman Amor. Se supone que es la razón definitiva que da sentido a toda tu vida, y lo es. Pero como todo gran deseo, los humanos pagan un duro precio por conseguirlo. Algunos conocen a alguien y dejan de ser ellos mismos, dejan a sus amigos, a sus familias y todo lo que anteriormente supuso amor, por darlo todo a uno nuevo. Generalmente esas personas pierden más de lo que ganan, porque muchas veces, el amor único se apaga, y es entonces cuando necesitas algo más. Por eso, tú nunca des de lado lo que te ha dado tanto por algo nuevo que piensas que te dará más, pues de no ser por lo anterior, nunca habrías llegado a lo que tienes ahora.

Realiza metas, cumple sueños, admira personalidades, pero nunca personas. Ni ídolos,  ni mentalidades, ni genios, ni siquiera a Dios. Admira solo aquello que puedas crear tú mismo, en base a lo que te rodea, sin dejar de lado la originalidad que posees.

No oigas ruidos, escucha voces. Ruidos serán las patéticas críticas sin fundamento, voces serán los instintos que te lleven a hacer grandes cosas. Nacerás diferente y crecerás viéndote así, enseña a todo el mundo que la distinción nunca fue un error, hazles ver todo lo que la sociedad ha tomado como bueno siendo estúpido… vive tu verdad, y no dejes que nadie te imponga la suya.
Siéntete orgulloso de quién te consideras, y hazte considerar. ¿Cómo? Tomando cada momento como una experiencia. Valorando no solo tu particularidad, sino también la de los demás. No dejes de alzar la voz para poner punto final a los patéticos complejos.

No olvides que no existen ni las etnias, ni los tontos, ni los listos, ni las putas, ni los homosexuales, ni los válidos, ni los mierdas, ni los emos, ni las feas… solo existen los humanos. Ya que fueron ellos los que, una vez ya creados, decidieron tomarse la libertad de crear esas etiquetas. Y si alguna vez te dan de lado, piensa que al otro lado se abrirá un nuevo sendero en el que podrás encontrar nuevas personas, quizá mejores y más verdaderas.

Lucha por tus derechos y cuida todo lo que esté a tu alcance. Y cuando, a lo largo del camino, te preguntes por un sentimiento llamado Felicidad, recuerda: esa meta no es más que la maqueta de un mundo perfecto. Pero lo perfecto es inexistente y siempre te faltará algo. Por eso, siéntete completo con lo que posees sin culparte por no haber podido conseguir más.

Mientras tengas presente todos estos valores. Mientras sigas tus propias metas. Mientras tú te sientas una persona 10… el resto de cosas llegarán por sí solas. Porque en ese mundo que estás a punto de descubrir, solo hay una cosa indispensable para ser feliz: creer en lo que puedes llegar a  lograr.

No dejes de creer en tu valía, y yo nunca dejaré de quererte. Porque da igual como seas y quien seas… para mí, siempre serás mi hijo.

                                                                                                        Tu, quizá algún día, padre.

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Alvalpaper.

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4 comentarios:

  1. Muy inspirador este último. Yo me veo capaz de conseguir cualquier meta que me proponga y más después de leer esto. Este texto debería verlo más gente para animarlos a luchar por lo que quieren.
    ¡Al final conseguiste poner la música! XD

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  2. Amigo bloggero, con esta entrada te has superado... Mientras la leía algo vibraba dentro de mí y un torrente de emociones recorría mi cuerpo... ¡Gracias por tus siempre sabias palabras!
    ¡Un beso muy fuerte Varo! y recupérate prontito :)

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  3. Pues sí, según tu localización geográfica vas a tener o no ciertos privilegios, eso crea distintos problemas con diferentes retos que superar, ya sea por hambrunas, gente manipuladora o ambas.
    El camino que escojamos, y la gente con la que decidamos caminar son esenciales para no tropezar siempre con lo mismo. El amor es un término complejo, y los resultados que llega a producir son impredecibles.
    No cambiar por nada ni nadie, no desprestigiar a los demás y mantener las ideas claras y ser fiel a ti mismo. Si no confiamos en nosotros mismos, ¿Quién lo hará?

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  4. Pero qué bien escribes. Ya no sólo destaca tu maravillosa expresión, sino el contenido, muy profundo. Realmente, todo el mundo alguna vez en su vida debería leer cosas de este tipo, que inciten a seguir adelante y no a ser lo que la sociedad llama "normal" o "guay", sino a ser uno mismo. Tú lo reflejas muy bien, por ello mi más sincera enhorabuena. Además la música encaja muy bien con el contenido y de una manera muy personal criticas todo aquello que poco a poco va amargando la existencia, lo que tú llamas ruidos. Un beso muy fuerte, cosa de mi vida.

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