Es un mal que engaña, sonrisa de portada y puñalada de interior. Pero no creáis que es más poderoso el virus que mata las defensas que el que pasa de boca en boca, como una epidemia lingüística traducida en miradas despreciativas, insultos gratuitos y marginación injustificada. He conocido gente en mis mismas circunstancias y eso me ha ayudado a comprender que no existe una generalización que justifique la causas de esta enfermedad. ¿Mala vida?... en mi caso más bien la más injusta de las condenas: haber amado.
Nunca se sabe cuál es la peor droga, ni el peor error... y todos creen comprender el significado de las tres siglas del VIH, aunque nunca entenderán lo duro que se hace soportar que esa cruz vaya a marcar toda tu vida, hasta su fin, por causa inevitable. Si me miráis y veis solo un infectado, rendid mejor cuenta a lo que veis, porque la sangre enferma, es la más roja de todas.
Podrán romper mi vida antes de que lo haga la propia enfermedad, lo que nadie romperá jamás, es mi esperanza de que este virus que corre por mis venas, no refleje más que un paso hacia la tolerancia de su, en una enorme parte, inocente colectivo.
Podrán romper mi vida antes de que lo haga la propia enfermedad, lo que nadie romperá jamás, es mi esperanza de que este virus que corre por mis venas, no refleje más que un paso hacia la tolerancia de su, en una enorme parte, inocente colectivo.
Mamá, papá... tengo SIDA.
(El contenido de esta entrada es ficticio).
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¿te ha inspirado la clase de lengua? xD
ResponderEliminarNo, en serio, ¡INCREIBLE! Echaba ya de menos una entrada de mi bloggero preferido y, como siempre, me has dejado sin palabras.
Vale... Es genial. Me he emocionado...
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