Acostumbrados estamos ya a
escuchar grandes frases que dicen pequeñas cosas. Las usamos a diario;
muletillas, escapatorias orales. Creemos tener una soberbia verbal que
forzosamente no tenemos, y por si eso fuera poco, encima juzgamos a quién
miente simplemente por hacerlo. A esto se le añade además la educación que
hemos recibido, que nos dicta que lo correcto es decir la verdad por encima de
la mentira. Ser plenamente veraces… ¿Serlo siempre? ¿Realmente es eso lo
correcto?
Personalmente me muestro en
desacuerdo con dicha idea. Si se supone que la plena verdad al cien por cien es
lo que más conviene en todo momento, yo me pregunto… decir verdades tales como “Qué
gorda estás”, “Qué feos tienes los ojos” o “No intentes hacer tal cosa, que no
la vas a conseguir”… ¿realmente ayuda? Si una verdad no va a cambiar una
realidad, ¿por qué insistir en ella? ¿no es mejor olvidarla y darla como un
hecho y no como algo que haya que recordar? Una frase como las mencionadas se
usan para herir, pero la verdad es honesta… ¿es entonces necesario usar siempre
la verdad? ¿o saber elegir cuáles son las verdades correctas?
Por otro lado se encontraría la
interpretación que defiende que una verdad, por cruel o dura que sea, no deja
de mostrar la realidad tal como es, sin tabúes. Incluso hay quienes afirman que
a una persona decir siempre la verdad la hace más noble. Yo personalmente
vuelvo a discrepar. Con todo esto no quiero decir para nada que defienda la
mentira, que nunca hace bien. Pero una cosa es no mentir, y otra no hacer otra
cosa que decir la verdad. Como con todo en este mundo, en la verdad no existen
un blanco y un negro que sean completamente opuestos… una verdad y una mentira
sin más. Existen grises entre los cuales se encuentra la humildad, o el
respeto, que en mi opinión, siempre deben estar por encima de cualquier verdad
con carácter ofensivo que pueda cambiar su finalidad positiva al enorme defecto
de la arrogancia.
Y es que, en el fondo, todos sabemos que hay verdades que son innecesarias.
¿Verdad o no?
Alvaro Valadés.
Que razón tienes y cuanta gente pasa directamente del blanco a negro sin contemplar ese gris.
ResponderEliminarEres genial :)