"La gente, cuándo conoce lo que estás hablando, y ve que lo que estás diciendo es cierto, te sigue creyendo " -Mercedes Milá.
Hace una
s semanas, tuve, junto con dos compañeras, la oportunidad de entrevistar a una de las presentadoras más respetadas y mediáticas de los últimos años en nuestro país. La situación de carestía económica y prestigiosa que se le avecina a los medios de comunicación puede suponer un grito de dolor tanto para sus trabajadores, como para todo el público, al que se le pretende privar de su
derecho a la información.
Para hacer un homenaje al periodista de investigación y a la legitimidad de los medios comunicativos, contamos con la presentadora Mercedes Milá, cuyas experiencias en la televisión, concretamente en el programa que presenta: 'Diario De...', y sus reflexiones, nos consiguen acercar un poquito más a la realidad de esta profesión y a su trayectoria como periodista nata. Quedáis invitados a conocerla.
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- Buenos días, ante todo. Para romper un poco el hielo, nos
decidimos a hacer una pregunta de tipo periodístico. ¿Qué es lo que nunca
debería preguntarse a un entrevistado?
Mercedes Milá - No hay nada que no se pueda preguntar, todo se puede preguntar. Y así
le das al entrevistado la oportunidad de decirle… “yo te pregunto todo y tú me
respondes solo lo que quieras”. A no ser que hayas llegado antes a un acuerdo y te haya
compensado ese acuerdo... a mí me ha pasado a veces eso.
- ¿Recuerda cómo fue su primera entrevista y con quién?
M- No... la primera vez en mi vida que hice una entrevista es imposible
que me acuerde porque fue hace muchos años… lo que sí recuerdo es la primera
vez que entrevisté a alguien en un plató, que fue a Johann Crol, el jugador de
fútbol. Y eso sí, de ese día no me olvidaré en la vida.
- Ha sido reconocida con el premio Joan Ramón Mainat 2012 del Fes`TV’al
en la cuarta edición del mismo. ¿Qué ha significado para usted este premio?
(Tras un comentario acerca de su voluntad a que se la tutee:
M- Joan Ramon Mainat era una persona a la que yo respetaba una
barbaridad, que murió por desgracia, demasiado pronto, debido a un cáncer
terrible, y el hecho de que te den un premio con su nombre es el máximo orgullo.
Sabía mucho de televisión, era muy buena gente, no perdía jamás el tiempo,
tenía muchas ideas y amaba mucho este medio. Así que ese premio fue especial
para mí.
-¿Cómo empezaste en el mundo del periodismo y en especial qué
interés despertó en ti el periodismo de investigación?
M-Yo empecé siendo “el último mono” de la redacción de informativos de
Barcelona. Así que yo llegaba a la tele y ordenaba las mesas, cortaba el
teletipo… ¡vamos! Hacía todo lo que hace… “el último mono”. Pero a partir de
entonces, yo sentía que aquello cada vez me gustaba más, y por lo tanto luché
para que no me echasen al terminar ese tiempo de prueba y empecé a hacer
pequeños reportajes, era ayudante, ayudaba a grabar, ayudaba a montar… yo he
hecho un poco de todo en la tele, porque empecé desde abajo del todo. E
investigación, como tal, empecé a hacerla en Informe Semanal, luego pasé a
plató, en el cual la investigación deja de ser lo mismo… hasta que cayó en mis manos
el tesoro que tengo ahora, que es ‘Diario de…’
- Tú eres una presentadora polifacética, pero también bastante
polémica, ¿piensas que esa actitud logra atraer más a la audiencia o a los
admiradores?
M- Yo no soy de una manera ni de otra… “soy”, y punto. No hago las
cosas porque atraigan más a los espectadores o no. Tengo un carácter por el
cual mi madre me dice que soy una persona que no conoce los límites, y eso es
muy peligroso porque a veces te trae muchos disgustos, pero también es una
buena característica para televisión, porque quiere decir que no tienes miedos,
y quizá eso me haya ayudado muchas veces a hacer preguntas que, si las piensas
tres veces, no las haces.
- A lo largo de tu carrera profesional has trabajado en distintos
formatos televisivos, distintas cadenas,
casas… e incluso en la radio. De todo lo que has vivido, ¿con qué experiencia
te quedarías o cual considerarías que ha sido la más gratificante?
M-- Mira, nunca puedes, y espero que no te pase a ti jamás, contestar a
esa pregunta con una respuesta concreta, porque yo no puedo decir de tantísimas
experiencias, de tantos años y de la suerte que he tenido de trabajar con gente
tan diferente, escoger a “este” o a “este otro”, porque en el momento en que lo
estaba haciendo para mi era lo más grande, lo más bonito, y lo más interesante…
cada una de esas cosas, aunque algunas acabaran mal… pero no importa, porque
cuándo lo hacía estaba entregada y es eso lo más importante. Así que no estoy
dispuesta a elegir… nada.
- Ya entrando un poco más en el programa ‘Diario de…’, ¿cómo surgió la idea de crearlo?
M- Yo me incorporé a ‘Diario de…’ cuando ya existía, por lo que no puedo
responder a eso, ya que me incorporé por casualidad absoluta, fue como eso de…
¿sabes lo que dicen a veces de “cuando tenga que ser, será”…“algún día”…
“cuando menos lo esperes”… pues así fue, casualidad. Pero este equipo ya
existía.
- El lema del programa es “Tú
denuncias, nosotros respondemos”, ¿qué criterio es el que utilizáis para
elegir unas denuncias u otras?
M- Realmente yo soy solo una
pieza más de las veinticuatro personas que formamos este programa, y aunque
pueda tener mi opinión, como todos los demás, la decisión es del equipo, así
que son ellos los que de todos los mails que llegan a la semana deciden qué
caminos tomar, y yo, suelo estar siempre de acuerdo, porque la verdad es que es
muy raro que no lo esté, y si se da el caso… lo discutimos, lo hablamos, y
llegamos a ponernos de acuerdo siguiendo el camino y la traza que ellos han
marcado.
- ‘Diario de…’ se basa
en el trabajo en equipo de periodistas, documentalistas, reporteros, etc. ¿Hay
muchos problemas para poneros de acuerdo en la organización?
M- No, porque hay muy buen rollo. Yo he trabajado en equipos muy
diferentes a lo largo de mi vida… este es uno de los que se respira mejor
ambiente entre compañeros. No hay enfrentamientos, no hay celos ni envidias, no
hay “tú tienes un tema mejor que el mío”… no. Aquí vamos todos “focalizando” a
lo mismo, que es que el programa salga bien y que la gente lo compre, lo vea, y
seamos eficaces. Yo estoy contentísima de formar parte de este equipo y
realmente no hay esos problemas de los que me hablabas.
- Para la realización del programa necesitáis una buena cantidad
de fuentes de documentación, de todas las que utilizáis, ¿cómo os aseguráis de
su veracidad?
M- Bueno, siempre hay que hacer contrastes, te tienes que asegurar de que
tienen rigor, y aquí, nuestro jefe, Alberto, es muy “puñetero” en eso. A veces
caen cosas porque te haces a la ilusión de “¡Ay! ¡Qué bueno es esto!” Y de
repente, él dice: “Sí, pero hay que contrastar” y a la hora de hacerlo, puede
ocurrir que eso no siga adelante, pero yo ya aprendí en Inglaterra que ese
rigor es la base de la credibilidad. La gente, cuando conoce de lo que estás
hablando, y ve que lo que estás diciendo es cierto, te sigue creyendo. Porque muchas
veces os ocurre, ¿no? A veces vemos cosas en la televisión y decimos: “Pero si
esto lo sé yo, si esto no es así…” Te da rabia porque a partir de ese momento
ya no crees demasiado en la persona que está diciendo eso… Así que aquí se
contrasta, se mira bien, se le da vueltas a las cosas, hasta que finalmente se
les ofrece a los espectadores.
- Un programa de investigación como ‘Diario de…’ supone muchas veces asumir riesgos. ¿Qué tipo de
riesgos son los que tenéis que asumir y cómo los lleváis a cabo?
M- Los riesgos de trabajar en periodismo y estar en la calle. Esos riesgos
que los tenemos todos los que trabajamos en esto, que llega un momento en que a
veces ni piensas en ellos. A veces, trabajar por la noche, trabajar con cámaras
que casi no se ven…o incluso que puedan agredirte, o en algún momento ponerte
en apuros… todo eso lo sabemos, y mis compañeros los cámaras lo saben… pero
este es nuestro trabajo, y es así. Esos
problema existen, y si el reportaje sale, salió, y eso es lo que la gente ve.
Aunque de momento no hemos tenido ningún problema insalvable.
- ¿Cuál es la experiencia de ‘Diario
de…’ que más te ha marcado o que más haya supuesto una gratificación
personal para ti?
M- ¡Qué manía tienes con que yo escoja una sola cosa! (risas) Llevo ocho
años haciendo ‘Diario de…’, no voy a escoger una sola cosa. Lo que más me
importa del programa es algo que ya os he dicho antes… y es que la gente lo
crea. Y que tenga la confianza de que, cuando yo diga “Tú denuncias, nosotros respondemos”,
que esa gente responda: “Voy a mandar el mail a Diario de… y voy a explicar
cuál es mi problema porque a lo mejor esta gente me va a poder ayudar o pueden
gritar por mi.” Eso es lo que a mí me importa, y eso es lo que me llevo, así
que cada vez que se ha solucionado un problema gracias a un reportaje, o hemos
quitado dolor de alguien… para mí es lo más grande, lo más importante.
- Indagar en reportajes de investigación, supone obtener muchas
experiencias acerca de determinados temas o hechos, tras conocerlos ¿ha cambiado
tu punto de vista acerca de ellos?
M- Hombre, cuándo tú te acercas a un tema y lo profundizas puedes tener
unos prejuicios que a la hora de profundizar, o de escuchar varias versiones a
varias personas, en general, si eres honesto, sí cambias tu punto de vista.
Pero, no te puedo poner un ejemplo concreto, aunque desde luego que sí, todo lo
que sea profundizar en algo te hace cambiar el punto de vista, eso pasa en la
vida en general.
- ¿Cuánto tiempo tardáis aproximadamente en terminar la investigación
para la realización de un programa?
M- Depende. Todo depende del tema. Hay veces que las investigaciones
abiertas duran meses; otras, duran días, y ahora que vamos a la semana depende
completamente de las características del reportaje.
- Generalmente la gente te conoce como la presentadora de Gran
Hermano… ¿pero piensas que el periodismo de investigación te ha ayudado a
cambiar de aires?
M- Eso me sorprende a mí misma. Evidentemente soy la presentadora de Gran
Hermano porque llevo ya diez años haciéndolo, o doce, o casi catorce años… yo
ya no sé cuántos… (risas) pero muchísima gente me dice: “No pares, seguid con
el programa ‘Diario de…’ porque aunque es un programa que se ve tarde en la
noche y es un programa pequeñito la gente ya me identifica muchísimo con él, lo
noto, lo noto una barbaridad. Así que, sí, yo creo que son las dos caras de una
misma moneda. ‘Diario de…’ es la parte más informativa y más periodística pura,
por decirlo de alguna manera, y ‘Gran Hermano’ es espectáculo, con todo lo que
ello significa… así que son las dos caras de una moneda.
- Y ya dejando un poco de lado el programa ¿hay algún sueño que
todavía no hayas cumplido y que quieras cumplir? Y ¿crees que hay algo que no
puedes quedarte sin hacer en la televisión?
M- Hombre, no lo sé… pero he tenido tanta suerte... En todo lo que he
trabajado me lo he pasado bien… bien y mal, porque hacer periodismo significa
tragar muchísimos sapos, eso está claro… y hacer temas que a veces te arrancan
las entrañas. Ahora mismo estamos metidos en un proceso durísimo porque la
crisis nos está trayendo muchas cosas sobre la mesa que son dolorosas, donde
tienes que entrevistar a gente que está en carne viva, por lo tanto es
durísimo, por ejemplo, ver a alguien que acaba de tirarse por un balcón porque
le han quitado su casa. Quiero decir, todo eso es duro y complicado… entonces
ya no te acuerdas de los sueños, lo que haces es trabajar en lo que tienes que
es la suerte de tener un programa que sigue vivo después de ocho años, yo creo
que ese es el máximo sueño… hacer un programa que tiene cada vez más gente,
porque hemos ido creciendo y que tiene continuidad en la cadena… tal como están
las cosas, ese es el máximo sueño.
- Y en cuánto a nosotros, que nos estamos preparando para ser
futuros periodistas, ¿cómo ves la situación económico-laboral en el mundo de la
comunicación?
M- Vosotros estáis en primero y si yo estuviera en vuestro lugar no
pensaría en la situación económica… sino que pensaría en prepararme “de
putísima madre”, desde luego, me pondría a trabajar mucho en los idiomas… “a
muerte”, en ser personas cultas y preparadas, con conocimientos técnicos en
muchísimos aspectos de la vida profesional y ¡dejaos en este momento de pensar
en lo que vais a cobrar! Porque estando en primero de carrera es lo último en
lo que tenéis que pensar, luego ya vendrá la situación, pero de momento yo creo
que lo que hay que hacer es formarse. Los buenos, no son muchos, ni las buenas
son muchas, y por lo tanto, yo lo que observo y lo que digo al que me lo pregunta,
porque no soy nadie sino, es: “Prepárate con uñas y dientes, aprende idiomas a
la perfección…varios, métete en chino si hace falta, sé valiente, y el dinero
vendrá después.”
- Pues hemos terminado,
muchísimas gracias. Ha sido un placer, sobretodo porque estamos en primer año y
poder entrevistar a alguien con tu nivel y con tanta experiencia como tú, no es
nada fácil.
M- No, es que ¿sabes qué pasa? Yo no me olvido jamás de cuándo fui
estudiante. Lo que costaba que te dijeran que sí, lo que costaba que te
aceptaran y que te trataran con normalidad… No me olvido nunca ni de eso ni de
las épocas en que no tenía trabajo y hubiera dado lo que fuera por uno, y ahora
que lo tengo no me olvido jamás de dar las gracias. Primero, “muchas gracias”,
luego ya veré si puedo hacerlo o no, pero primero “muchas gracias”. Es que hay
que ser así, sino, no eres realista…
-Muchísimas gracias.
Álvaro Valadés.